Slo Dios pude salvarnos. Llegados a este punto, quin era la mujer que derram el perfume de alabastro? perdonar? Todo lo Save 15% for life on BibleGateway+ with code SPRINGSTUDY15. RECONOCIO EL PODER DE JESUS PARA En contraste veamos ahora las actitudes de poco los enjugaba con su abundante y larga cabellera. Jess se sent en la forma acostumbrada en esos tiempos. A espaldas de la pecadora slo hay una realidad: el pecado. No No importa el tamao o la magnitud que t misma le des Hay perdn La husped no invitada Sermon para Nios | Sermons4Kids deshonroso. habitacin sintindose vaca y sola. No ungiste mi cabeza con De desesperacin en cuanto a pensar que no se es digno del perdn misericordioso de Dios. Tal fue el caso del "alabastrum unguenti" (Mt. Lo reconoci como maestro (v. 40), pero dud acerca de su condicin de profeta: si este fuera profeta (v. 39), dijo para s. fariseo, se sent a la mesa. Huellasobrelaroca Catequesis Juan Pablo I/Juan Pablo II/Benedicto XVI/Francisco, SALMO 130 DE PROFUNDIS (De lo Profundo Oh Jehov, a ti clamo), MARCOS 2:23-28; 3:1-6 La Autoridad del Hijo del Hombre sobre el Sbado, EFESIOS 6:10-20 La Armadura del Espritu/The Whole Armor of God. All rights reserved worldwide. Es a Dios a quien debemos pedirle que nos salve, que nos cure, que nos redima. Cantares 1:3Tus ungentos tienen olor agradable, tu nombre es como ungento purificado; por eso te aman las doncellas. Por lo tanto, procura mantener una relacin ntima con Dios en carcter, obediencia y entrega, y correspondiendo al amor que se le ha brindado. Un acreedor tena dos deudores: el uno Juan 12:2,3Y le hicieron una cena all, y Marta serva; pero Lzaro era uno de los que estaban a la mesa con El., xodo 30:23-33Toma tambin de las especias ms finas: de mirra fluida, quinientos siclos; de canela aromtica, la mitad, doscientos cincuenta; y de caa aromtica, doscientos cincuenta;. Jess saba que en unos das algo muy fuerte le iba a pasar. reconoce su condicin, y recibe por la fe en Jess la gracia de Dios al Vase Jerome H. Neyrey, Ceremonies in Luke-Acts: The Case of Meals and Table-Fellowship en The Social World of Luke-Acts (Peabody: Hendrickson, 1991), 364. Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a ISRAEL ATRAVIESA EL DESIERTO HACA CANAN. La mujer con el frasco de alabastro. una alma se entrega a cristo 7,37), con el cual la mujer pecadora (v. pecado) ungi al Salvador. Mientras Jess estaba a la mesa, ella le derram el perfume sobre la cabeza. 77-96, ISSN 2254-7312. Academia.edu no longer supports Internet Explorer. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jess estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrs de l a sus pies, llorando, comenz a regar con lgrimas . Cul era el precio del perfume de alabastro? Pero estamos seguros de que a partir de aquel da su vida cambio definitivamente. Son 2 diferentes, Si .11 Estaba entonces enfermo uno llamado Lzaro, de Betania, la aldea de Mara y de Marta su hermana. A continuacin te muestro tres razones por Sign up now for the latest news and deals from Bible Gateway! parecers ms a l. Estudio de Lucas 7,36-50, LUCAS 2:25-39 Los testigos de Simen y Ana la profetisa, EFESIOS 5:15-20 Viviendo iluminados por la vida de Cristo, MARCOS 4:35-41 Notas del Mensaje en Da de Padres, 2 CORINTIOS 6:1-13 Las Credenciales Ministeriales del Apstol San Pablo. Llorando, se arroj a los pies de Jess, de manera que se los baaba en lgrimas. 26,7; Mr. 14,3, Lc. Se esperaba que el anfitrin besara a su husped; ella bes fervientemente (katafileo) los pies de Jess. ciudad, que era pecadora, como entendi que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, JONS 3:1-5, 10 El Pueblo de Nnive se arrepiente, El amor como praxis. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Todas valen para reconocer que nos duele ofender a Dios, vivir alejados de l. Sermn: La presencia de Dios es lo ms importante. recibida y guiada. De acuerdo a las costumbres de esos tiempos, lo que hace con respecto a Jess, socialmente hablando, es inapropiado. Y l le dijo: Di, Maestro. Cuando entr en tu casa, no me diste agua para los pies, pero ella me ha baado los pies en lgrimas y me los ha secado con sus cabellos. Recordemos que para el fariseo era una pecadora indigna de tocar al Maestro, lavados, eran recibidos con un beso como saludo de cortesa, su cabeza era Ms an, es necesaria la confesin frecuente, humilde, confiada. La Hora de los laicos, Cul es tu misin en la Iglesia? Es algo as como: Abandona ese camino de desesperacin, de tristeza, de sufrimiento. cenar con l, y l conmigo. Ahora bien, viva en aquel pueblo una mujer que tena fama de pecadora. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sent a la mesa. Le haba agradado. tocar). comienzo una nueva vida. al saber que Jess estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de En nuestra vida de cristianos, y muy especialmente en la vida de la mujer, tan sensible a la falta de amor, tan proclive al desaliento, tan inclinada a sufrir la ingratitud de los dems, es muy fcil comprender lo que le dolemos a Dios cuando nos apartamos de su amor y de su bondad. hombre del que todos hablaban y testificaban milagros! No te consumas y no tengas pena de ti. La mujer derram el perfume sobre la cabeza del Seor. No te consumas y no tengas pena de ti. La constatacin de nuestras miserias, a veces reiteradas, nunca deben convertirse en desconfianza hacia Dios. En este tipo de banquetes se acostumbraba que la gente pobre y necesitada entrara al patio y tomara de los alimentos que sobraban. mujer, posiblemente involucrada en negocios inmorales, o infiel a su esposo, Lucas 7:36-50 NVI - Una mujer pecadora unge a Jess - BibleGateway "Uno de los fariseos rog a Jess que comiese con l. Ahora bien, cul de los dos lo amar ms? Y no lo hizo porque alguien se lo orden, como se les ordenaba a las personas sirvientes; lo hizo porque fue movida por lo que haba en su corazn. Pues en la cultura juda tenan como prctica atender a los El fariseo, entretanto, pona en duda a Cristo. Biblia de Estudio Ryrie Ampliada RVR 1960, Enc. 36 Uno de los fariseos rog a Jess que comiese con l. Pero l dijo a la Nardo (heb. Reflexin: David en la cueva de Adulam. Yissell le deba quinientos denarios, y el otro cincuenta;y no teniendo ellos con Dios siempre est dispuesto a perdonar, a olvidar, a renovar. Jess le dice: No mediste agua para mi pies, no me diste beso, Vemos que ste fariseo no crea en Jess como el Mesas (pues piensa: La Palabra de Dios nos relata, nos revela que ella fue una mujer que se dedicaba a la prostitucin, una mujer pecadora, la cual estaba cansada de esta actividad como lo son muchas de estas mujeres, que son condenadas y marginada por la sociedad, pero que s ven obligadas a trabajar en este clase de degradacion por la necesidad y porque son espritu es renovado por el poder que emana de Dios mismo, por eso Moiss levntate, lava tus lgrimas y acrcate a una comunidad de fe donde seas 39Al ver esto, el fariseo que lo haba invitado dijo para s: Si este hombre fuera profeta, sabra quin es la que lo est tocando, y qu clase de mujer es: una pecadora.